Del 30 de octubre al 1 de noviembre de 2025, Lisboa acogió, por segunda vez, uno de los festivales culturales más influyentes del mundo: el Festival de Tribeca, nacido en Nueva York y concebido por Robert De Niro, Jane Rosenthal y Craig Hatkoff. Este festival, reconocido mundialmente por su celebración del cine independiente, la música, la creatividad urbana y la innovación digital, llegó a la capital portuguesa con el objetivo de crear un punto de encuentro global para artistas, directores, productores, músicos, creadores digitales y público apasionado por el arte.

Si bien Nueva York ha sido su sede desde 2002, Lisboa se erige como un escenario internacional, elegido por su energía cultural, diversidad creativa, historia cosmopolita y su vibrante momento en el panorama de las industrias culturales europeas.

El Festival de Tribeca Lisboa 2025 no fue solo un festival de cine, sino una celebración transversal de la cultura contemporánea, donde se difuminaron las fronteras entre el arte, la tecnología y la conciencia social. En Lisboa, se reforzó el diálogo entre el cine, la moda y las artes visuales, poniendo de relieve cómo nos presentamos, cómo nos comunicamos y cómo estilizamos nuestra propia narrativa. Porque en un festival donde el arte es lenguaje, la imagen se convierte en discurso. Y las joyas —especialmente las de oro— emergen como la firma definitiva de una identidad que busca ser asertiva, consciente y elegante.

¡Lisboa fue el lugar donde la narrativa global se encontró con el alma local!
En Unicorn Factory, la ciudad se transformó en una pasarela. El estilo lisboeta se fusionó con el glamour relajado de Tribeca. El resultado fue una estética donde el lujo es sutil, el brillo intencional y el cuerpo se expresa a través de líneas, texturas y detalles. Un espacio vibrante para compartir, con estrenos exclusivos, charlas inspiradoras, podcasts en vivo y encuentros inesperados entre creadores y amantes del cine, la televisión y la cultura.

Historia del Festival de Cine de Tribeca: De Nueva York al mundo

El Festival de Cine de Tribeca nació en el barrio de Tribeca, en la ciudad de Nueva York, durante un periodo de profunda reconstrucción emocional tras los atentados del 11 de septiembre. El objetivo inicial era claro: revitalizar la vida cultural y económica de la ciudad a través del arte.
Robert De Niro, quien siempre ha vivido y trabajado en Tribeca, vio en el festival una forma de devolver la esperanza y la expresión artística a su comunidad. 
Desde entonces, el festival ha:

• Convertido en uno de los festivales de cine independiente más grandes y prestigiosos
• Descubierto a nuevos directores, actores y movimientos artísticos
• Extendido a los ámbitos de la música, el arte digital, la narrativa inmersiva y la realidad virtual
• Transformado en un festival multidisciplinario que celebra la innovación cultural

Tribeca es, ante todo, un festival de narrativas: historias humanas, urbanas, políticas, tecnológicas y sociales.

¿Por qué Lisboa? La elección de nuestra ciudad

Lisboa es hoy una de las ciudades más creativas de Europa y ha acogido a artistas, cineastas, músicos y creadores internacionales que se identifican con:

• La luz de la ciudad
• La diversidad y la libertad cultural
• La efervescencia artística de sus barrios históricos
• El auge de las industrias tecnológicas y creativas
• Su posición geográfica y lingüística como puente entre Europa, África y Latinoamérica

El Festival Tribeca Lisboa es una continuación natural de esta dinámica. Es, además, un reconocimiento internacional a la cultura portuguesa contemporánea.
Entre escenarios y una programación que unió voces locales e internacionales, se celebró el poder de las historias que nos acercan y nos permiten ver el mundo de otra manera. Recibimos a artistas y creadores como Meg Ryan, Kim Cattrall, Giancarlo Esposito, Veronica Falcón, Julian Schnabel y muchos otros que trajeron el espíritu de Tribeca a Lisboa.
El Festival Tribeca Lisboa es más que un festival. Es una declaración de principios. Que Lisboa merece estar en el mapa de las capitales culturales del mundo. Que la narración de historias sigue siendo relevante en un mundo cada vez más fragmentado. Y que el futuro del entretenimiento reside tanto en el diálogo como en el espectáculo.

Elegancia sin pretensiones: El estilo de Tribeca Lisboa

A diferencia de las grandes alfombras rojas internacionales, donde suelen dominar la exuberancia y el exceso, el Festival de Tribeca Lisboa optó por un lujo discreto: un estilo que prioriza las líneas puras, los materiales nobles y las combinaciones sutilmente elaboradas.

 Se observó una madurez estética, expresada en un principio sencillo: el impacto reside en la intención, no en la cantidad.
Vestidos fluidos de satén o seda, trajes minimalistas, sastrería deconstruida, conjuntos monocromáticos y piezas con textura crearon una atmósfera donde el movimiento importaba tanto como la forma.
En este contexto, las joyas desempeñaron un papel especial: sirvieron como acentos, pausas luminosas y detalles que prolongaban la mirada.